«Los diez mandamientos santos te vengo a cantar paloma para que de mí te acuerdes y me tengas en memoria.
Para que de mí te acuerdes y me tengas en memoria.
El primero que es amar, que es amar te tengo en el pensamiento, te tengo en el pensamiento y no te puedo olvidar.
Te tengo en el pensamiento y no te puedo olvidar.
El segundo no jurarte que jure más de dos mil juramentos solo por hablar contigo palabras de casamiento.
Solo por hablar contigo palabras de casamiento.
En El tercero la misa, no la hago con devoción solo por pensar en ti prenda de mi corazón.
Solo por pensar en ti prenda de mi corazón.
En el cuarto no faltar que yo falte a mis padres el respeto solo por hablar contigo dos palabras en secreto.
Solo por hablar contigo dos palabras en secreto.
En el quinto no matar, a nadie he matado yo el muerto soy yo señores ella fue quien me mato.
El muerto soy yo señores ella fue quien me mato.
Y en el sexto si al balcón, si al balcón sales y te metes dentro y haces pecar a los hombres en el sexto mandamiento.
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Haces pecar a los hombres en el sexto mandamiento.
Y en el séptimo no hurtar, yo no he hurtado nada a nadie solo he hurtado a una chica con permiso de sus padres.
Solo he hurtado a una chica con permiso de sus padres.
Octavo no levantar, no levantar falso testimonio a nadie como a mí me lo levantan las mocitas de tu calle.
Como a mí me lo levantan las mocitas de tu calle.
Noveno, no desear, no desear ninguna mujer ajena como yo la he deseado por acostarme con ella.
Como yo la he deseado por acostarme con ella.
Décimo, no codiciar, no codiciar yo no vivo codiciando porque lo que yo codicio es un matrimonio honrado.
Porque lo que yo codicio es un matrimonio honrado.
Y estos diez mandamientos niña, se cierran en dos, nos vayamos a la iglesia nos echen la bendición.
Nos vayamos a la iglesia nos echen la bendición.
Nos vayamos a la iglesia nos echen la bendición.
Nos vayamos a la iglesia nos echen la bendición.»
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